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Archive for the ‘realidad’ Category

>La escuela que necesitamos

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>Hoy los medios de comunicación nos bombardean con noticias provenientes de Haití, y como siempre, al mostrarnos una realidad, también ocultan otra. En este post trascribo un artículo que habla de esa «otra» realidad, y trae a la reflexión el sentido que tiene nuestra escuela ¿Nos permite ver la realidad que los medios nos ocultan? ¿O más bien es un instrumento de legitimación de las distintas opresiones a las que se nos somete? Estoy convencido que necesitamos una escuela liberadora, que nos alfabetice más allá del ba-be-bi, sino que nos permita afrontar críticamente los desafíos que se nos presentan, y además esa alfabetización debe incluir la audiovisual y la digital. Publico el artículo sobre Haití porque es esclarecedor en si mismo, y por otra parte es un claro ejemplo de una poderosa realidad oculta.

Aprender de Haití

Por Ignacio Ramonet

LE MONDE DIPLOMATIC en español

Febrero, 2010.Edición para Colombia

Por muy «natural» que parezca, ninguna catástrofe es natural. Un seísmo de intensidad idéntica causa más víctimas en un país empobrecido que en otro rico e industrializado. Ejemplo: el terremoto de Haití, de magnitud 7,0 en la escala de Richter, ha ocasionado más de cien mil muertos, mientras que el de Honshu (Japón), de idéntica fuerza (7,1), acaecido hace seis meses, apenas provocó un muerto y un herido.

«Los países más pobres y los que tienen problemas de gobernabilidad están más expuestos a riesgos que los otros», confirma un reciente informe de la ONU (1). En una misma ciudad, el impacto humano de una calamidad puede ser muy distinto según las características de los barrios. En Puerto Príncipe, el seísmo se ensañó con las desvencijadas barriadas populares del centro. En cambio, los distritos privilegiados de la burguesía mulata comerciante apenas padecieron estragos.

Tampoco son iguales los pobres ante la adversidad. La Federación Internacional de la Cruz Roja sostiene que, en caso de desastre, «las mujeres, los discapacitados, los ancianos y las minorías étnicas o religiosas, víctimas habituales de la discriminación, son más castigados que los demás» (2).

Por otra parte, aunque un país no sea rico, si se dota de una política eficaz de prevención de catástrofes puede salvar muchas vidas. En agosto de 2008, el ciclón Gustav , el más violento de los últimos cincuenta años, azotó el Caribe con vientos de 340 kilómetros por hora. En Haití mató a 66 personas. Sin embargo, en Cuba no causó ninguna víctima mortal…

¿Es Haití un país pobre? En verdad, no hay países pobres; sólo existen «países empobrecidos». No es lo mismo. En el último tercio del siglo XVIII, Haití era la Perla de las Antillas y producía el 60% del café y el 75% del azúcar que se consumía en Europa. Pero, de su gran riqueza sólo se beneficiaban unos 50.000 colonos blancos, y no los 500.000 esclavos negros que la producían.

Invocando los nobles ideales de la Revolución Francesa, esos esclavos se sublevaron en 1791 al mando de Toussaint Louverture, el Espartaco negro . La guerra duró trece años. Napoleón envíó una expedición de 43.000 veteranos. Triunfaron los insurrectos. Fue la primera guerra racial anticolonial y la única rebelión de esclavos que desembocó en un Estado soberano.

El 1 de enero de 1804, se proclamó la independencia. Sonó como un aldabonazo en el continente americano. Los esclavos negros demostraban que, por su propia lucha, sin la ayuda de nadie, podían conquistar la libertad. Afro-América emergía en la escena política internacional.

Pero el «mal ejemplo» de Haití -así lo calificó el Presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson- aterrorizó a las potencias que seguían practicando la esclavitud. No se le perdonó. Y nadie reconoció, ni ayudó a la nueva república negra, pesadilla del colonialismo blanco. Aún hoy, el viejo terror no ha desaparecido. Pat Robertson, telepredicador estadounidense, ¿no acaba acaso de afirmar: «Miles de hatianos han muerto en el seísmo porque los esclavos de Haití hicieron un pacto con el diablo para obtener su libertad» (3)?

El nuevo Estado independiente fue boicoteado durante decenios con la idea de «recluir la peste» en ese país. Haití cayó en guerras civiles que arrasaron su territorio. Se perdió la necesaria etapa de construcción de un Estado-nación. Institucionalmente, a pesar de la gran calidad de sus numerosos intelectuales, el país quedó estancado.

Después vino el tiempo de la ocupación por Estados Unidos que duró de 1915 a 1934. Y de la guerra de resistencia. El héroe de la rebelión, Charlemagne Péralte, fue crucificado por los marines, clavado en la puerta de una iglesia… Washington acabó por ceder Haití a nuevos dictadores, entre ellos: Papa Doc Duvalier, uno de los más despóticos.

En los años 1970, aún gozaba Haití de soberanía alimentaria, sus agricultores producían el 90% de los alimentos que consumía la población. Pero el Plan Reagan-Bush, impuesto por Washington, obligó a suprimir los aranceles sobre la importación de arroz, producto básico del cultivo local. El arroz estadounidense, más barato porque estaba subvencionado, inundó el mercado local y arruinó a miles de campesinos que emigraron en masa a la capital, donde el seísmo los ha atrapado…

La única experiencia de gobierno realmente democrático, fue la de Jean-Bertrand Aristide, dos veces Presidente (1994-1996 y 2001-2004). Pero sus propios errores y la presión de Washington lo empujaron al exilio. Desde entonces, de hecho, Haití se halla bajo tutela de la ONU y de un conglomerado de ONGs internacionales. El Gobierno de René Préval ha sido sistemáticamente privado de medios de acción. Por eso resulta absurdo reprocharle su inoperancia ante los efectos del seísmo. Hace tiempo que el sector público fue desmantelado y sus principales actividades transferidas, si eran rentables, al sector privado, o a las ONGs cuando no lo eran. Antes de convertirse en el Ground Zero del planeta, Haití ya era el primer caso de «colonialismo humanitario». La tragedia reforzará la dependencia. Y por consiguiente las resistencias. El «capitalismo de choque», descrito por Naomi Klein, hallará una nueva ocasión de reclamar -en nombre de la eficacia- la privatización integral de todas las actividades económicas y comerciales ligadas a la reconstrucción.

Estados Unidos está en primera línea, con sus Fuerzas Armadas desplegadas en una ofensiva humanitaria de gran envergadura. Resultado sin duda de un generoso deseo de socorrer. Pero también de indiscutibles intereses geopolíticos. Washington prefiere invadir Haití de ayuda que ver invadidas sus costas por decenas de miles de boat people haitianos. En el fondo, se trata de la misma vieja obsesión: «recluir la peste»…

Notas:
(1) Riesgo y pobreza en un clima cambiante. Invertir hoy para un mañana más seguro , Naciones Unidas, Nueva York, mayo de 2009.
(2) Informe Mundial sobre los desastres 2009 , Cruz Roja Internacional, Ginebra, julio de 2009.
(3) Christian Broadcasting Network, 14 de enero de 2010.

Written by albertoch

5 febrero, 2010 at 9:59

>Realidad en San Luis

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>Al finalizar la primera década del siglo XXI, nos encuentra en San Luis (República Argentina) con una compleja realidad educativa, de la cual extraeremos algunas de sus características a modo de resumen de lo afirmado en los últimos años.

Sistema educativo con baja calidad, bajo rendimiento educativo e inequidad. No vamos a dar una definición de “Calidad Educativa”, camino que en la Provincia no estamos transitando. En cuanto al “rendimiento escolar”, vinculado al saber de los alumnos y sus capacidades, estamos en presencia de un concepto más objetivo, que se mide usando encuestas de carácter nacional, y en la que figuramos debajo del promedio. Por otra parte llamamos “equidad” al derecho que tienen todas las personas para acceder a todos los niveles de estudios en la misma cantidad de tiempo. En San Luis, numerosos sectores se encuentran excluidos.

Nuestro sistema educativo es de baja calidad, y paradójicamente como prueba de ello no hay cuestionamientos al mismo por parte de la ciudadanía. Un sistema educativo medianamente eficaz produciría ciudadanos críticos con la realidad que los rodea, en especial al propio sistema educativo. Lo cierto es que el rendimiento escolar está por debajo de la media nacional y un sector muy amplio de la sociedad no tiene acceso a niveles educativos siendo la repitencia un problema severo en la provincia.

La problemática de la calidad educativa, en especial la provincial, es de gran complejidad, y se halla ampliamente tratada en http://calidadeducativa.blogspot.com/.

Gobierno personalista y autoritario donde no se consensúan las políticas educativas
Una característica de las autoridades políticas provinciales es la fijación unilateral de medidas, sin consultar ni negociar con los sectores implicados, como las asociaciones de docentes legalmente constituidas, las de padres (que no se consolidaron), cooperadoras, partidos de la oposición etc. Muchas veces tenemos la sensación que los objetivos apuntan a las elecciones presidenciales, y no a las necesidades provinciales.
Las propuestas sobre otras políticas posibles se hallan desarrolladas en http://desafioseducaciónsanluis.blogspot.com.ar/

Falta de transparencia en la fijación de las prioridades educativas provinciales.
No se sabe quién las establece, ni cuales son, ni siquiera si existen. Aparecen en educación acciones de dudosa eficacia, que apuntan a las apariencias, y no a corregir defectos estructurales.

Falta de transparencia en el presupuesto del área.
No se sabe quién lo fija, cómo y que se ejecuta, y bajo que principios. El poder ejecutivo con su capacidad de modificar partidas presupuestarias le hace perder sentido. Para este año 2009, estaba previsto un aumento salarial que no se concretó.

“Cultura de la evaluación” sin desarrollo
La evaluación a todo nivel, no solamente del alumno, sino también las que alcanza a los restantes integrantes del sistema, hasta los niveles de conducción, no se halla desarrollada, y existe una marcada reacción desfavorable. Debemos considerar que la evaluación es el camino más claro para obtener mejorías. El tema está tratado profundamente en http://evaluacionenescuela.blogspot.com/

Falta de atención a la cuestión docente.
Docentes mal pagos, con salarios reales claramente decrecientes, como lo reconocen las propias estadísticas provinciales. Personal precarizado en las escuelas, en especial los que trabajan en el área de maestranza. Exigencias irracionales como la de “vivir en un radio de 15 km.”. Inequidades salariales, como el mal pago de un segundo cargo docente, o falta de proporcionalidad en las remuneraciones de horas cátedra, y el permanente castigo salarial a los docentes que se desempeñan en el área rural.
Desentendimiento por el malestar docente y por las mejoras de los planteles docentes, sin actuar sobre las causas que hacen que las carreras de formación docente no sean atractivas. Toda esta temática está tratada con detalles en http://docentemalestar.blogspot.com/

Falta de democratización del sistema
No hay discusión sobre la problemática educativa, ni se hace nada por interesar a la población sobre ello. No se llama a elecciones al Consejo de Educación, organismo neutralizado en su sentido, y a la Junta de Clasificación, que se ve sobrepasadas por la permanente fijación de puntajes arbitrarios que privilegian a determinados cursos, generalmente no relacionados con las necesidades provinciales, lo que promueve una falsa competencia entre docentes.

Falta de renovación de códigos de convivencia escolares, ausencia de diálogo con los sectores docentes y otros vinculados a la educación. Respecto a una auténtica participación de las familias, todo está igual que hace 60 años, aunque las crisis sociales hayan deteriorado los fundamentos de las relaciones sociales.

Todo esto se da en un marco de falta de eficacia y eficiencia del sistema, y una administración con acciones para que no cambie nada, en especial lo referente a la repartición de los bienes culturales y los aportes del sistema educativo a la construcción de una sociedad democrática y participativa.

Written by albertoch

10 marzo, 2009 at 9:17