¿Qué hacer con la Educación, en la segunda década del Siglo XXI?
San Luis, Argentina
Para hacer un aporte efectivo, hacia una sociedad más justa, con una verdadera democracia, en un marco de una mejor convivencia social, es necesario adecuar el Sistema Educativo, y para ello, hacemos pública nuestra propuesta.
Como la Educación es un asunto de la sociedad en su conjunto, es necesario tomar todas las medidas necesarias para involucrarla en la problemática educativa. El éxito de una gestión de gobierno estará dado por la medida del logro de este desafío. No queremos funcionarios que vayan detrás de los acontecimientos, o avalando proyectos que no tienen asidero pedagógico, sino a verdaderos animadores de una Educación al servicio de un progreso social.
Desde ese punto de vista, reclamamos, una vez más, la finalización de todo intento de mercantilizar la Educación, por medio de “Escuelas Autogestionadas”, u otras similares. La comunidad educativa sanluiseña ha repudiado esos experimentos.
La concertación como nuevo modo de hacer política
¿Es posible pensar que una parte de la sociedad tiene el derecho de fijar políticas educativas sin considerar al resto? El manejo de recursos dedicados a la Educación es de incumbencia de un reducido número de personas? ¿Quién fija las prioridades educativas? ¿Cuáles son?
Estas y otras preguntas nos llevan a pensar que un problema central es la recuperación de la política como organizadora de las relaciones sociales, económicas y culturales. Un nuevo modo de hacer política debe incluir los cambios en los procedimientos de toma de decisión y resolución de conflictos.
En cuanto a esto último, se trata de pasar de un sistema organizado con el criterio de imposición, a otro que reconoce la concertación como principio estructurador.
Se propone además, un mecanismo de permanente tratamiento del conflicto, basado en la explicitación argumentativa de los actores, y en búsqueda de resultados que contemplen los intereses diversos, y aun opuestos.
En síntesis, proponemos una discusión abierta y transparente de los temas de la Educación, y nos oponemos a toda imposición autoritaria.
El Nivel Central de Conducción
Necesitamos una conducción educativa efectiva, con capacidad de encauzar las actividades cotidianas de las escuelas, y de estimular la participación plena en la Educación de todos los sectores sociales.
En ese sentido, se debe acordar con todos los actores sociales, una participación, para otorgar a la Educación, la importancia que la época requiere.
La cuestión docente
El gobierno debe atender a la problemática docente en su totalidad, más allá de la cuestión salarial, debe atenderse también las condiciones de trabajo, la realización profesional y la revalorización social de la figura del docente.
Los sistemas educativos exitosos en el mundo tienen docentes que son reconocidos socialmente, y hace que las carreras sean atractivas para las nuevas generaciones. En San Luis tenemos una conducción política empeñada en perseguir a los docentes y destruir su profesionalidad.
Un punto importante dentro de este ítem, es el de prestar debida atención al estrés docente, tomando todas las medidas que hagan falta, para su atención y prevención.
Alfabetización crítica
La escuela debe modificarse para lograr una sociedad más justa, con una ciudadanía plena. Para ello nos preguntamos ¿Estamos en condiciones de usar inteligentemente lo medios audiovisuales? ¿O somos manejados por ellos? ¿Somos concientes de los intereses que se mueven tras de las propagandas comerciales? ¿Nos damos cuenta de las manipulaciones que hacen los medios usando nuestra sensibilidad? Con respecto a Internet ¿Podemos valorar adecuadamente los contenidos de la Red? ¿Conocemos sus potencialidades, y las oportunidades? ¿Somos concientes de los riesgos?
Todo eso y mucho más debe ser objeto de una verdadera Alfabetización audiovisual y digital, entendiendo como “alfabetización” no a los rudimentos, sino a una cabal comprensión del medio, para que podamos usarlos, y no “ser usados”.
Por otra parte ¿Formamos ciudadanos para una participación plena? ¿Son concientes de sus derechos? ¿Son capaces de resistir ante un abuso, o de exigir por los derechos que nos corresponden? ¿Defendemos acaso los principios republicanos como “la independencia de los poderes” “La igualdad ante la ley” etc. Todo eso y mucho más debe ser parte de una alfabetización cívica.
Por otra parte, ante una tecnología cada vez más presente en nuestras vidas, y una ciencia que seguramente cambiará a la humanidad tal como la conocemos ¿Tenemos una adecuada formación que nos permita interactuar adecuadamente con todos esos fenómenos?.
Igualdad de oportunidades
La “igualdad de oportunidades” aparece como una frase hecha, en un contexto de gran inequidad. Se pueden tomar diversas medidas, como la doble escolaridad, programas de tutoría etc, para lograr acercarnos a este ideal. Sin equidad no puede haber Calidad Educativa.
Renovación de códigos de convivencia escolar y relaciones con la familia
La familia es la principal educadora, de ella se espera el desarrollo de valores, que permitirán luego el éxito escolar, además, como parte interesada, forma parte de la escuela. Tengamos en cuenta que si bien “con los padres es difícil”, “sin los padres es imposible”. La escuela debe proporcionar todos los canales de participación que sean necesarios.
Alfabetización para todos
Nuestra provincia tiene miles de personas que no se pueden comunicar por escrito, ni entender la escritura. ¿Se trata de una situación razonable en el Siglo XXI? ¿Son prioritarias las soluciones de este problema?
Cobertura de cargos y horas cátedra
Año tras año vemos que en las escuelas de nuestra provincia se pierde tiempo por la insuficiente cobertura de cargos y horas cátedra. Eso opera directamente contra el rendimiento escolar y la calidad educativa.
Programas de mediación para atender a la creciente conflictividad en las escuelas
Vivimos en un contexto social que va incrementando su grado de violencia y conflictividad. Surge entonces la mediación como un instrumento para superar situaciones difíciles, que la imposición no puede hacerlo. ¿Es la preparación de mediadores una prioridad provincial?
Aportar a la consolidación de la identidad nacional y provincial
En un contexto, donde otros mecanismos socializadores, como los medios de comunicación masivos, no garantizan la construcción de una identidad nacional, frente a la universalización de los códigos, la escuela debe hacer un importante aporte para rescatar nuestros valores
Conclusión
La Educación en la provincia pasa por momentos de crisis, de cambios. Desde plataformas neoliberales, nos amenazan con más privatización, mercantilización y profundización de los males actuales. Nuestra propuesta es la de poner a la Educación al servicio de una sociedad más justa, en un marco de una democracia real.
>Comparando Argentina con Shangai
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>II PRONUNCIAMIENTO LATINOAMERICANO POR UNA EDUCACION PARA TODOS
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1. PREAMBULO
En 1990 se lanzó en Jomtien-Tailandia, la iniciativa mundial de Educación para Todos, (EPT), organizada y convocada por UNESCO, UNICEF, Banco Mundial, PNUD y Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP). En abril de 2000 se realizó en Dakar-Senegal, el Foro Mundial de Educación, donde se evaluó el avance de las seis metas de la EPT. Las metas no se cumplieron, por lo que se decidió postergar el plazo 15 años más.
Con ocasión del Foro de Dakar un grupo de educadores latinoamericanos redactó el Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos, una posición crítica, desde América Latina y el Caribe (ALC), en torno al avance de la EPT y al desarrollo de la educación en general. Miles de personas y organizaciones, dentro y fuera de esta región, adhirieron al Pronunciamiento, provenientes de gobiernos, partidos políticos, universidades y centros de investigación, sistemas escolares, ONGs, organizaciones docentes, comunitarias e indígenas, asociaciones estudiantiles, empresas privadas, organismos de iglesia y agencias internacionales.
En octubre 2001 tuvimos el I Encuentro Presencial de Firmantes del Pronunciamiento, en el marco del Foro Mundial de Educación (Porto Alegre, Brasil, 24-27 octubre 2001). En febrero 2002 creamos Comunidad E-ducativa (CE), la comunidad virtual de firmantes, que ha venido funcionando bajo la moderación de Rosa María Torres, una de las redactoras del Pronunciamiento Latinoamericano. Todo este proceso, iniciado en el 2000, se ha hecho sin dinero ni financiamiento de ningún tipo, como un servicio público y gratuito del Instituto Fronesis. Además de la red en español, contamos con Ed-Community, una red en inglés para los firmantes angloparlantes.
Entre las acciones colectivas realizadas a lo largo de estos años cabe destacar (ver http://www.fronesis.org/prolat.htm )
• Carta rechazando la designación de Mrs. Bush como Embajadora de la Década de Naciones Unidas para la Alfabetización, por parte del entonces Director General de la UNESCO (2003)
• Carta por el No al Canje de Deuda por Educación, circulada para adhesiones y enviada a la XIV Cumbre Iberoamericana (San José, 19-20 noviembre 2004) y posteriormente a la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno (Montevideo, 27-28 octubre 2006)
• Homenajes póstumos a educadores latinoamericanos
http://www.fronesis.org/homenaje-educadores-latinoamericanos.htm
A veinte años del inicio de la EPT y a diez años de distancia de aquel Pronunciamiento, hemos visto la necesidad de actualizarlo y producir un segundo Pronunciamiento. Este documento, que presentamos aquí para difusión amplia y adhesiones, surge del I Encuentro Presencial de Comunidad E-ducativa (En Memoria de Pablo Latapí Sarre) que organizamos en Buenos Aires el 8-11 septiembre, 2010. Al tiempo que ratificamos la validez y vigencia del primer Pronunciamiento, queremos poner al día algunos de sus postulados y propuestas, teniendo en cuenta los grandes cambios operados en el mundo y en esta región a lo largo de la última década.
2. CONTEXTO MUNDIAL Y REGIONAL
El mundo que se perfila a inicios del nuevo milenio Ya estamos en el nuevo milenio que muchos imaginaron como “el futuro” de la humanidad pocas décadas atrás, el “mundo al revés” del que habla Galeano: grandes avances científicos y tecnológicos, alargamiento de la vida humana, una nueva brecha – la digital – y una cultura digital que se expande aceleradamente, un planeta amenazado junto a una mayor conciencia planetaria acerca de los riesgos del modelo de desarrollo y consumo aplicado hasta hoy, mayor acceso a los bienes culturales y especialmente a la cultura audiovisual, una impensable conectividad facilitada por las modernas tecnologías, mayor capacidad de la población para pronunciarse organizadamente incluso por medios virtuales sobre problemas locales, nacionales y mundiales, avances importantes en las conquistas de las mujeres así como en las libertades de expresión, de la sexualidad, etc. Viejos y nuevos problemas amenazan la vida humana y la del planeta: enquistamiento de la pobreza, cambio climático, amenaza de hambruna y de guerras por el agua, incremento del gasto militar y guerras en distintas partes del mundo, desaparición de lenguas y culturas ancestrales, incremento de la violencia, el desempleo, las actitudes xenófobas, entre otros. En plena “Sociedad de la Información” subsisten cerca de 900 millones de personas analfabetas, millones de niños y niñas que siguen sin acceder a la escuela, otros tantos millones de niños y jóvenes que acceden a ésta pero que desertan o no aprenden en las aulas, porque los sistemas escolares no están sintonizados con las necesidades de las actuales generaciones y porque las autoridades, en la mayoría de países del mundo, siguen sin dar a la educación la importancia y la urgencia requeridas.
Especificidades de América Latina y el Caribe América Latina y el Caribe es un continente diverso, rico en manifestaciones políticas y culturales, terreno de grandes contradicciones económicas y sociales: bien dotada en lo humano, lo cultural y en sus recursos naturales, y sin embargo la región más desigual del mundo en cuanto a distribución de la riqueza; la propiedad y el uso de la tierra sigue siendo gran tema pendiente, así como las precarias condiciones de vida del campesinado, en su mayoría sin tierra, migrando a las ciudades y engrosando las filas de los marginalizados urbanos; el trabajo digno escasea para la gente adulta pero abunda el trabajo infantil; gran exportadora de alimentos mientras muchos mueren de hambre; un continente que se llenó de inmigrantes y que hoy expulsa a sus propios ciudadanos a buscarse la vida en otros continentes. Con excepción de Cuba, nuestras economías son capitalistas y dependientes. La hegemonía es de Estados Unidos, seguida de la Unión Europea y, a gran distancia, de China, India y otras potencias emergentes.
Rica en su poder de creación, América Latina está amenazada en algunos de sus rasgos de identidad nacional y regional, frente a la homogeneización de la cultura, de la producción y del consumo impuesta por el mercado. El espíritu comunitario, sostenido tradicionalmente por los pueblos indígenas, debe ser fortalecido en un mundo que sucumbe a los valores del individualismo, el consumismo y la competencia. Seguimos guiándonos por los modelos de los países “desarrollados”, asumiendo que vamos siempre detrás y que avanzar significa parecerse a ellos. No obstante, lo que hace el Norte no es necesariamente recomendable para el Sur. Más bien, la experiencia en países del Norte debería servirnos para anticipar y evitar caminos sin salida que ellos han recorrido y de los cuales, en muchos casos, están hoy de vuelta.
Si bien la situación económica y social de las mayorías no es alentadora, porque los modelos estructurales y los problemas que de ellos se derivan permanecen incambiados, en los últimos años hay signos promisorios, entre otros: elección democrática de gobiernos de tinte progresista en varios países de la región, especialmente en América del Sur; adopción de medidas tendientes a la protección de recursos nacionales y a la reafirmación de la soberanía; puesta en marcha de nuevos mecanismos e instancias de integración subregional; nuevas constituciones que reconocen la plurinacionalidad y la multiculturalidad, y adoptan el buen vivir como paradigma, en el área andina; políticas y programas orientados por la economía social y solidaria – otra economía – en varios países; participación social incluida en constituciones y leyes; avances en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, y de las libertades sexuales; adopción de medidas de protección social sobre todo en beneficio de niños y mujeres.
3. LA EDUCACIÓN EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
“Después de varias décadas de intentos reiterados de reforma educativa en nuestros países, los resultados son dudosos y, en todo caso, no están a la vista en el ámbito que finalmente importa y que es el objetivo de la educación: el aprendizaje y la formación integral de las personas” (Pronunciamiento Latinoamericano 2000).
Más allá de avances puntuales y signos alentadores que siempre pueden encontrarse y mencionarse, la educación en esta región continúa mostrando fallas estructurales, de concepción y de ejecución, tanto en la acción gubernamental como en la desplegada por los organismos internacionales que hacen cooperación en esta región. Mencionamos tres puntos que ponen de manifiesto estas deficiencias en relación a la calidad, tema crítico y lema de las reformas escolares al menos en las tres últimas décadas. Nos referimos a la calidad en la toma de decisiones, la calidad de la cooperación internacional y la calidad de los resultados en el ámbito escolar.
a. La toma de decisiones y la formulación de políticas educativas Continúa primando la idea de que las políticas, y la política educativa específicamente, es reducto hermético y experto, reino de políticos y técnicos nacionales e internacionales que piensan y deciden “arriba”, y despachan “abajo” para ejecución, sin la consulta, la participación social y el debate público requeridos. El culto al saber experto y a la consultoría de personas aisladas, así como el culto a los economistas – y al burdo economicismo, que ve todo a través del lente del cálculo económico – se han instalado en las últimas décadas en la educación mundial. Este modelo vertical, autoritario y tecnocrático de reforma educativa ha fracasado en esta región y en otras partes del mundo, como ratifica la experiencia acumulada; no obstante, sigue repitiéndose no sólo en el interior de cada país sino en la relación de estos con los organismos internacionales. De este modelo surgen reformas que no cuajan, rechazadas no sólo por los educadores sino por las propias realidades y condiciones en las que se las pretende implementar. De este modelo emergen también los reiterados planes y metas internacionales para la educación, que se atropellan unos a otros en el tiempo sin que ninguno logre finalmente cumplir sus objetivos. La fragilidad de “acuerdos” nacionales e internacionales es muy grande, al no contarse con la necesaria participación, validación y apropiación social, lo que resulta en los continuos vaivenes y la histórica ausencia de “políticas de Estado” sólidas desde el punto de vista político, social y técnico.
b. El laberinto de las agendas y las agencias internacionales Esta región ha visto desfilar muchas agendas regionales, continentales e internacionales, cuyas metas se reiteran, incumplen y postergan cíclicamente. Los planes se superponen y se manejan de manera paralela, sin coordinación entre sí. Así tenemos, en las tres últimas décadas:
• Proyecto Principal de Educación-PPE (1980-2000). Proyecto regional propuesto en 1979 en México y adoptado en 1981 en Quito, coordinado por la Oficina regional de la UNESCO (OREALC). El PPE planteó tres metas para el 2000: acceso universal a la escuela primaria, eliminación del analfabetismo y mejoría de la calidad y la eficiencia de la educación.
• Educación para Todos-EPT (1990-2015). Iniciativa mundial aprobada en Jomtien y ratificada en Dakar, organizada por UNESCO, UNICEF, PNUD, FNUAP y Banco Mundial, coordinada por UNESCO. Seis metas vinculadas a la educación básica de niños, jóvenes y adultos.
• Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe –PRELAC (2002-2017). Aprobado por los Ministros de Educación (La Habana, 2002) como continuación del PPE y a fin de asegurar el cumplimiento de las metas de EPT en el 2015. Coordinado por la OREALC. No se plantea metas sino cinco focos estratégicos para apoyar las metas de EPT.
• Programa Interamericano de Educación (1994-2010). Acordado en la I y II Cumbres de las Américas (Miami 1994 y Santiago 1998) coordinadas por la OEA y lideradas por Estados Unidos. Tres grandes metas: terminación de una educación primaria de calidad por todos los niños; acceso de al menos 75% de los jóvenes a una educación secundaria de calidad; oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida a toda la sociedad.
• Objetivos de Desarrollo del Milenio-ODM (2000-2015). Iniciativa mundial aprobada en la Cumbre del Milenio (Nueva York, septiembre 2000), Naciones Unidas/ OCDE/ FMI/ Banco Mundial. Agenda multisectorial con dos metas para educación: asegurar que niños y niñas terminen la educación primaria (4 años de escolaridad); eliminar las desigualdades entre los géneros en la educación primaria y secundaria.
• Metas 2021: “La educación que queremos para la generación de los bicentenarios” (2011-2021). Acordadas en la XVIII Conferencia Iberoamericana de Educación (El Salvador, mayo 2008) en el marco de las Cumbres y Conferencias Iberoamericanas coordinadas por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Primer plan de alcance iberoamericano planteado en esta región.
Gobiernos nacionales y organismos internacionales formulan y firman estos planes, se comprometen a su cumplimiento en los plazos que ellos mismos fijan, para luego incumplirlos e iniciar nuevas agendas en el vacío. Nuestros pueblos son por lo general ajenos a estas agendas internacionales que se firman en cumbres y conferencias, y se monitorean en comisiones y en voluminosos informes. Decimos basta, no más de lo mismo, y exigimos cambios profundos a este modelo de anti-cooperación internacional, alimentado por la inercia y la anuencia de nuestros políticos y técnicos nacionales.
c. No mejoran los resultados de aprendizaje en el medio escolar. Las políticas que se han recomendado y adoptado en los últimos años no han tenido los resultados esperados en términos de la ansiada “mejoría de la calidad de la educación” y de los aprendizajes escolares concretamente. Las dos evaluaciones realizadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE) coordinado por UNESCO-OREALC, en 1997 y 2006, en 13 y 17 países de la región respectivamente, en planteles públicos y privados de educación básica, muestran que: a) no hay mejoras sostenidas en ningún país, pese a los esfuerzos y a medidas como incremento del presupuesto o del tiempo escolar, evaluaciones periódicas, etc.; b) Cuba es, en ambas evaluaciones, el país con mejores rendimientos en las áreas medidas (con gran diferencia respecto de los demás países participantes en las pruebas), un país con serias dificultades económicas, el único en esta región que no se ha embarcado en préstamos ni en asesorías con los organismos financieros internacionales. Los datos arrojados por el LLECE, sin necesidad de recurrir a evaluaciones internacionales como PISA y otras, son lo suficientemente contundentes como para exigir una reflexión y revisión de fondo en torno a las estrategias de desarrollo y cambio educativo que vienen ensayándose en esta región. Las asesorías y sus recetas convencionales no han funcionado.
4. PRINCIPIOS Y PROPUESTAS
Exponemos aquí algunos principios que consideramos deberían orientar tanto la teoría como la praxis educacional en nuestra región en los próximos años, sin ignorar obviamente la gran heterogeneidad de los países y al interior de estos.
La educación sola no puede “Los problemas no se explican ni se resuelven exclusivamente desde lo educativo, sino desde una política económica y social responsable del bienestar de las mayorías” (Pronunciamiento Latinoamericano 2000). La educación no es un sector autónomo. Depende de decisiones económicas y políticas, además de que es política en sí misma. Las instituciones educativas no pueden resolver solas problemas sociales como la pobreza, el hambre, la fragmentación familiar, las adicciones, la violencia, etc. Una sociedad que no asegura a todos los educandos los medios necesarios para aprender, superando las limitaciones impuestas por la desigualdad económica y social, no debe sorprenderse con resultados de aprendizaje insatisfactorios. La constatación de que a mayor pobreza corresponde mayor fracaso escolar es bien conocida y ha sido abundantemente investigada. No hay que seguir investigando esa correlación obvia. Hay que partir del conocimiento ya disponible y actuar consecuentemente, distribuyendo con justicia los bienes de que disponemos.
Derecho a la educación. La educación es un derecho fundamental, universal e irrenunciable que asiste a toda persona, en todo momento de su vida. Denunciamos el incumplimiento de este derecho, sin cuya vigencia no es posible imaginar existencia individual y colectiva digna ni el disfrute de los demás derechos reconocidos. Enunciar este derecho supone asegurar la gratuidad de la educación (incluyendo la eliminación de todo tipo de cuotas y la provisión de materiales de estudio, uniformes, etc.), gratuidad que, salvo escasas excepciones, no rige hoy en nuestra región. Respetar el derecho a la educación implica mucho más que matricular a niños y niñas en la escuela, objetivo que ya ha sido logrado en la mayoría de nuestros países. Es preciso lidiar con los altos niveles de ausentismo, deserción y repetición que caracterizan a nuestros sistemas educativos, asegurar aprendizajes significativos y efectivos , y asumir en serio la proclama de la educación y el aprendizaje como derecho a ejercer durante toda la vida. Los primeros años de vida son fundamentales en el desarrollo de toda persona, lo que exige priorizar a los niños pequeños con esfuerzos de la mayor calidad, no sólo dirigidos al sistema educativo sino a las condiciones de vida de las familias. Es preciso revitalizar el debate y la acción en torno a la educación y formación de las personas jóvenes y adultas, otrora campo de innovación y militancia social, y hoy falto de todo dinamismo, reducido a intervenciones “de segunda oportunidad”, como quedó en evidencia en la VI Conferencia Internacional de Educación de Adultos – CONFINTEA VI (Belém, Brasil, diciembre 2009). Lejos estamos de una niñez priorizada, de una sociedad alfabetizada, de una población con acceso igualitario a la cultura escrita, de una educación básica de calidad para todos. Nada de ello pasa sólo por una cuestión de métodos, tecnologías o incluso recursos, sino por la voluntad política para hacer de la educación una prioridad nacional y una realidad, así como por la adopción de medidas que cambien a fondo la pedagogía y la administración de los centros de enseñanza.
Atención a la diversidad. La diversidad es característica de todas nuestras sociedades: está dada por diferencias de edad, género, zonas de residencia, condición étnica, lenguas, situaciones laborales, etc. El derecho a la educación supone pues reconocer la diversidad tanto en la definición de políticas como en la gestión de los sistemas educativos y las estrategias de enseñanza y aprendizaje. Los sistemas educativos deben adecuarse a los diversos contextos y a los requerimientos específicos de los grupos atendidos. Los pueblos indígenas han conquistado el derecho a ser educados en sus propias lenguas y culturas, y han logrado en los últimos años importantes avances en la legislación nacional e internacional al respecto; no obstante, la brecha entre lo normado y su cumplimiento sigue siendo grande. Es preciso reiterar la necesidad de atender de manera prioritaria y diferenciada a las zonas rurales respecto a las urbanas. El alargamiento de la vida exige pensar en programas y estrategias diferenciados para atender a distintos segmentos de edad categorizados genéricamente como “adultos”, categoría que abarca desde jóvenes hasta personas de la tercera edad. Son innegables los avances hacia una “educación inclusiva”, pero persiste la debilidad de las instituciones regulares para atender necesidades especiales así como de las propias instituciones de educación especial, área que requiere investigación, experimentación, formación de personal especializado y más recursos económicos. Similares exigencias valen para los programas que atienden a personas en contextos de encierro.
Participación social. Reiteramos la necesidad de “la participación de la sociedad no solo en la ejecución de las políticas y programas, sino en su formulación y discusión. La educación es asunto público y debe, por tanto, involucrar a todos sus actores y concitar su participación responsable” (Pronunciamiento del año 2000). Este principio, consagrado ya en la legislación de varios países, debe aplicarse en todos los casos a los educadores, que tienen el derecho y el deber de robustecer, con su saber y su compromiso, la marcha de la educación del pueblo. Es asimismo fundamental dar la máxima apertura a la participación de las mujeres y de los jóvenes, quienes vienen demostrando creciente protagonismo en el campo educativo y una gran capacidad en el tratamiento de sus problemas y en la crítica de la sociedad. Enfatizar la importancia de la participación social no implica, en ningún caso, restar importancia a las obligaciones del Estado como garante del derecho a la educación.
Los educadores. Ante la pertinaz desvalorización de la profesión docente y de los educadores por parte de la sociedad y secundada por los medios, reafirmamos que los educadores constituyen la columna vertebral de nuestros sistemas educativos y hacemos un llamado a parar la campaña de desprestigio y alentar, por el contrario, el reconocimiento social a su labor. No hay tecnología capaz de superar la acción de un buen educador. Ninguna reforma educativa puede hacerse efectiva sin contar con la voluntad, la participación y la colaboración de los educadores. La condición de buen educador no se aprecia ni se mejora a través de pruebas y evaluaciones de desempeño docente. El mejoramiento de la enseñanza no se logra vía incentivos a los educadores; esto implicaría asumir que basta con ofrecerles un complemento salarial para que hagan bien su trabajo. La cuestión docente pasa hoy no sólo por mejoras salariales, más y mejor formación y capacitación, mejores condiciones de trabajo, todos ellos aspectos que requieren atención prioritaria, sino además por un replanteamiento integral del rol y del oficio de educar, dentro y fuera del sistema escolar. Esto exige reabrir espacios de diálogo, reflexión y debate social, con participación activa de los educadores, a fin de clarificar la encrucijada actual y definir nuevos perfiles y rumbos para la profesión.
Centralidad de lo pedagógico. El tradicional énfasis dado en el campo educativo a la cuestión financiera y presupuestaria (entendida usualmente como más recursos y no también como mejor uso de dichos recursos), y el énfasis dado en los últimos años a la cuestión administrativa y, más recientemente, a la dotación de computadoras en el ámbito escolar, han contribuido a sepultar los aspectos sustantivos de la educación: el para qué, qué y cómo se enseña, el para qué, qué y cómo se aprende. De nada sirve una gran infraestructura y un magnífico equipamiento sin proyecto pedagógico y sin sujetos y relaciones capaces de encarnarlo. La cuestión curricular y la cuestión pedagógica, estrechamente vinculadas, han ocupado y siguen ocupando los últimos lugares – en vez de los primeros – de la preocupación educativa. La propia atención al aprendizaje ha sido sorprendentemente descuidada en el campo de la educación, reducido a rendimiento en el caso de la educación escolar. Por otra parte, el campo educativo es campo interdisciplinar, que reclama saberes diversos y acción colegiada para todo el proceso, desde la formulación de las políticas hasta la acción pedagógica. Lograr un trabajo inter- y multi-disciplinario no consiste en un simple reparto de funciones especializadas sino en la comprensión global del hecho educativo, en la complementariedad de los diversos saberes, el trabajo en equipo y el apoyo mutuo de sus miembros. Educación ha de articularse con cultura, con ciencia, con arte, con recreación, con deporte, con filosofía, con trabajo intelectual y manual.
El sentido de la educación y la construcción de ciudadanía. Es misión de la educación contribuir a desarrollar plenamente capacidades y talentos, el pensamiento crítico, la conciencia social, el respeto a los demás, el reconocimiento de la diversidad, la cooperación, la solidaridad, la vocación de servicio, el consumo responsable, los conocimientos, actitudes y valores indispensables para cuidar la naturaleza, mejorar la propia vida y la de los demás, asegurar el buen vivir de todos. No se trata solamente de educar para sino en esos valores, en la familia, en el sistema escolar, en la comunidad, en el trabajo, en el mundo virtual. Debe esperarse que la educación contribuya a la construcción de ciudadanía, facilitando el conocimiento y el ejercicio de derechos y deberes así como el desarrollo de una conciencia local, nacional y mundial. Promover una cultura de paz significa rechazar toda forma la violencia, incluida la generada por el prejuicio, la injusticia social, la pobreza, la discriminación de todo tipo, el racismo y el machismo. Crear conciencia ciudadana acerca del derecho a la educación y a exigir su cumplimiento es tarea educativa por excelencia a ser asumida por el Estado, la sociedad civil, las instituciones educativas y los medios de comunicación.
Tecnologías. Las tecnologías y su vinculación a la educación tienen una larga historia en esta región, estrechamente ligada al desarrollo mismo de las tecnologías y al de la educación a distancia. La radio y la televisión, las tecnologías más extendidas y aún no cabalmente aprovechadas con fines educativos, se han visto avasalladas por las modernas TICs. El acceso a la computadora y a Internet ha venido avanzando a través de cibercafés y telecentros en zonas urbanas y urbano-marginales, y más recientemente, a través de las instituciones educativas así como de bibliotecas, centros comunitarios, etc. El teléfono celular, la tecnología digital más versátil y más rápida y ampliamente extendida en la región, ha revolucionado la comunicación interpersonal de vastos sectores de la población y lleva a creer en la posibilidad real de considerarla la tecnología del futuro, más que la propia computadora. Los efectos positivos de las TIC son innegables no sólo en términos de información y comunicación sino de expresión y aprendizaje. Para los sectores más desfavorecidos, pueden resultar una ayuda inestimable en muchos ámbitos y una fuente de dignidad y autoestima.
La introducción apresurada de las TICs en el sistema escolar, destinada entre otros a “reducir la brecha digital”, está creando innumerables posibilidades pero también nuevos problemas. A la brecha generacional se agrega la brecha específica entre docentes y alumnos (reforzada por planes que privilegian a estos últimos), la profundización de la brecha urbano-rural (con las zonas rurales mal equipadas para acceder a las TICs por problemas del servicio eléctrico y de telefonía), y las brechas derivadas de la rapidez en el acceso a Internet y de la pronta obsolescencia de los aparatos y los programas informáticos.
Las políticas de TICs y especialmente de dotación de computadoras a las instituciones escolares han pasado a ser un campo más de decisiones herméticas, tomadas a los más altos niveles, comprometiendo recursos millonarios y redundando en gran negocio para las multinacionales que ofertan productos y servicios. El Banco Mundial se ha adelantado ya a anunciar las estrategias 1:1 (una computadora por alumno) como una “tendencia mundial” en los sistemas escolares. Resalta en estos esquemas el énfasis dado al equipamiento, la escasa atención brindada a los docentes y la ausencia de estrategias pedagógicas para el uso de las computadoras en sistema escolar y en aula. Estos esquemas, ya operando o iniciándose en algunos países de la región, van decantando lecciones importantes, todas las cuales apuntan a la necesidad de investigar y experimentar antes de seguir masificando programas.
Los medios de comunicación y la educación. Mucho se ha hablado de la mala influencia de los medios de comunicación masiva – en particular la televisión – sobre la población y especialmente sobre la niñez y la juventud: el fomento del consumismo, el arribismo, la violencia, la cultura light, valores y patrones de vida extranjerizantes (sobre todo norteamericanos), la banalización del conocimiento y el saber , etc. Múltiples estudios confirman los efectos nocivos que puede tener la alta exposición a la televisión; la experiencia adulta nos indica, por otra parte, la alta capacidad desinformativa y manipuladora de medios nacionales y extranjeros en su función informativa, supuestamente primordial. No obstante, es preciso tener en cuenta que los medios pueden ser también – y son en efecto muchas veces – aliados poderosos de la información, la comunicación y la educación ciudadanas, y de la educación escolar específicamente. “Aumentar la adquisición por parte de los individuos y las familias de conocimientos, capacidades y valores necesarios para vivir mejor y lograr un desarrollo racional y sostenido por medio de todos los canales de la educación, incluidos los medios de información modernos, otras formas de comunicación tradicionales y modernas, y la acción social…” fue una de las metas de la Educación para Todos adoptada en 1990 en Jomtien. No obstante, nada de esto se hizo, la meta no fue evaluada y luego fue eliminada de las metas de la EPT aprobadas en 2000, en Dakar. Con ello, la EPT volvió a ser una plataforma educativa eminentemente escolar. Es hora de volver a incluir a los medios en la agenda educativa. De hecho, han pasado a ser reconocidos como la “otra escuela”. La buena televisión, la buena radio, el buen periodismo escrito, pueden ser soportes fundamentales del sistema escolar, de la educación familiar y comunitaria, de la construcción de ciudadanía informada y crítica. En esa misma medida, resulta indispensable retomar la lectura crítica de medios como un componente ineludible en la formación de toda persona, educandos y educadores.
Financiamiento de la educación. Varios países de la región han realizado avances con respecto al financiamiento de la educación pública, entre otros a través de nuevas políticas de recaudación tributaria. No obstante, en la mayoría hay estancamiento o retroceso. La heterogeneidad de realidades no permite fijar una meta presupuestaria uniforme para la educación en los diferentes países. No debemos darnos por satisfechos cuando nos dicen que se ha hecho todo el esfuerzo posible; necesitamos exigir que la dotación corresponda a los recursos necesarios. Una vez más debemos recordar que ALC es una región rica, y sin embargo es la que distribuye de peor manera la riqueza, concentrándola en pocas manos. Es forzoso revisar las políticas económico-sociales, rectificar la definición de prioridades, erradicar la corrupción, evitar el despilfarro, negarnos a contraer nuevas deudas externas y a aceptar los canjes como estrategia de financiamiento, revisar los subsidios que se otorgan a la educación privada y encarar una decidida política de reducción del gasto en materia de defensa. Es deber de todo estado democrático ofrecer educación básica de buena calidad a sus ciudadanos, sin tener que depender para ello de financiamientos internacionales.
Alianza con el pueblo. Estas reflexiones y propuestas de acción se nutren de una prolongada experiencia de ver a los sistemas educativos expuestos a frecuentes vaivenes que responden a cambios de gobierno o de administración antes que a cambios necesarios y fundamentados. En estos vaivenes, quienes estamos en el quehacer educativo no debemos perder de vista que nuestro trabajo tiene un ancla en el contacto con los sectores populares. Y no solo en contacto, sino en alianza con el pueblo, que es el que utiliza, apoya y confía en los servicios educativos del sector público. Los gobiernos rotan, deslegitiman lo realizado por gobiernos anteriores y a menudo destruyen avances que habían requerido ingentes recursos y muchos años de fe y de empeño. Todo lo cual refuerza la necesidad de un permanente compromiso con el pueblo, garante de la continuidad de la acción educativa, de cuya voz, organización y fuerza depende la conquista efectiva del derecho a la educación, sujeto merecedor de todo esfuerzo en favor no sólo de una educación mejor sino de otra educación.
5. LLAMADO
Los educadores de seis países de América Latina participantes en el II Encuentro Presencial de Firmantes del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos y I Encuentro Presencial de Comunidad E-ducativa ponemos a conocimiento público este segundo Pronunciamiento Latinoamericano. Hacemos un llamado a dirigentes, educadores, estudiantes, padres de familia, medios de comunicación y a todos los interesados en la cuestión educativa, invitándoles a que estudien este documento, promuevan su difusión y debate, así como la adopción de las recomendaciones que aquí se plantean.
Buenos Aires, Argentina, 11 de septiembre de 2010.
Para adherir al Pronunciamiento enviar un mensaje a pronunciamiento.2010@yahoo.com indicando nombre completo, documento de identidad, institución u organización, ciudad y país. Se ruega indicar asimismo si desean ser parte de la comunidad virtual de firmantes de este segundo Pronunciamiento.
>Mejora en la Educación de San Luis
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En el mensaje inaugural de las sesiones legislativas del corriente año el Sr. Gobernador Dr. Alberto Rodríguez Sáa, habló una vez más de su preocupación por la educación, insistiendo en las pretendidas bondades de la educación digital, de los contenidos de la red informática, de un Congreso
Internacional de Educación, etc. Todas ellas medidas para mejorar aún más la educación que ofrece su gobierno.
Brevemente y como adelanto de mi propuesta de política educativa para la provincia, señalo:
1* La informática puede ayudar en mucho en la educación, pero hay que saber muy bien
qué hacer con ella. No es una solución mágica, porque en la red que tanto aplaude el gobernador, hay de todo: bueno, malo y regular. Y no se ha desarrollado hasta ahora en San Luis, una forma de trabajar en el aula con lo digital.
2* Nada va a reemplazar nunca la tarea de un docente orgulloso de su profesión, feliz
de ejercerla con dignidad, reconocido y respetado por sus alumnos y por la sociedad toda, especialmente por los gobiernos. La educación es un fenómeno humano por donde se la mire o encare. Lo demás ayuda, sostiene o potencia lo humano.
educativo. De ahí que cualquier política educativa que quiera mejorar su estado actual, debe necesariamente asentarse en la decidida y real dignificación de la profesión docente. La que comienza por una mejora sustancial del sueldo y de las condiciones laborales.
5* San Luis necesita una verdadera revolución en su sistema educativo que es malo y si no
hay más daños es por la pasión que le ponen los docentes a su tarea. Cualquier política educativa que quiera superar esta dura realidad debe asentarse necesariamente en una sustancial mejora de los salarios actuales. De otra forma no son creíbles ninguno de los otros anuncios.
Luis Alberto Moreno
>Alfabetización audiovisual crítica
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Los medios audiovisuales, en especial la televisión, forman parte de la vida cotidiana. Su presencia es continua, configura la cultura, y define los sentidos de los términos que regulan la convivencia social. Entre muchas otras, nuestra idea de lo que es “justo” es fijada por acciones televisivas. Los medios definen sobre los temas que tenemos que ocuparnos y, por lo tanto, los que ocultamos.
Por otra parte, “alfabetización” no significa un conocimiento rudimentario, sino más bien implica uno profundo, que permite una plena interacción social. Una persona alfabetizada es capaz de comprender el sentido de las palabras y los elementos que están en juego en un determinado momento.
Por otra parte, el “sentido común” que prevalece en las comunidades, no surge del fondo de la “naturaleza humana”, sino es fruto de una construcción que se lleva a cabo, muchas veces deliberadamente, usando los medios de comunicación. Ese “sentido común” es el que entre otras cosas, configura la idea de propiedad vigente, y con ello como se deben distribuir los bienes, tanto materiales como culturales.
Los medios, a través de actividades que manipulan las emociones, manejan una verdadera “pedagogía cultural”, que claramente se opone a la que tradicionalmente propuso la escuela. Ciertamente las propagandas comerciales, con su sofisticada tecnología, tratan de lograr beneficios económicos particulares, y no se preocupa del bienestar común. La programación de los canales televisivos comerciales, está claramente destinada a la afectividad de los usuarios, los noticieros abundan en detalles truculentos, de la misma manera los “realitys” y las ficciones, todo apunta a las emociones, no a la parte intelectual humana.
La efectividad de esa “pedagogía cultural” es evidente, hasta logró que pareciera natural, como “parte de la época”, y debe ser aceptada sin poner reparos, pero ¿La escuela debe permanecer inmutable? ¿No es necesario dar a las personas las herramientas que le permitan “manejar” y no “ser manejados” por los medios?
La alfabetización audiovisual crítica es un proceso educativo mediante el cual se otorga a las personas las herramientas necesarias para manejar con conciencia la información y la cultura. La escuela, que desde siempre se manejó con una “cultura de los libros”, que se adquiere por medio de escritos, debe ahora
ocuparse ahora también de los nuevos lenguajes y medios tecnológicos.
La realidad posmoderna acentúa esta necesidad, la imposición de sentidos se hace cada vez menos con acciones sobre el cuerpo humano, va quedando atrás y son repudiadas las acciones como el encarcelamiento, la tortura y la muerte de los que piensan distinto y atentan contra privilegios consagrados. No se puede saber por cuanto tiempo durará esta tendencia, pero mientras tanto, la lucha contra la opresión se dará en el campo de la cultura, y para que podamos mejorar la calidad de la democracia, es necesario que las mayorías estén alfabetizadas.
>Problemas en el sector educativo
>En una entrevista a Rosa María Torres del Castillo, Ecuatoriana. Pedagoga, lingüista, periodista educativa, activista social, se le pregunta sobre los problemas en el sector educativo. Su respuesta está referida al contexto ecuatoriano, pero es válida también para el de la provincia de San Luis y al de la Argentina toda
¿Qué problemas identifica en el sector educativo?
Muchos, todos de largo arrastre y de larga resolución. La oferta educativa en el país es una de las más deficientes en América Latina. Esto está a la vista y así lo ratifican las evaluaciones nacionales e internacionales. Las deficiencias no son atribuibles solo al sistema escolar sino a la sociedad como un todo, a la cultura política, los medios de información, la sociedad civil. Revisar el currículo prescrito es importante, pero son los docentes quienes plasman el currículo real. Sigue enquistada una vieja pedagogía escolar, social y política que responde a prejuicios más que a conocimiento, y que es antidemocrática. Es preciso poner en el centro a los docentes, pero trabajar simultáneamente con las familias y con toda la sociedad.
Como dice Torres, las deficiencias del sector no son solo atribuibles al Sistema Educativo, están enraizados con los valores que asume la sociedad en su conjunto. Por otra parte señala las «viejas pedagogías», que deben ser reemplazadas por otras más activas y críticas, que de a los alumnos las herramientas que necesita para comprender mejor al mundo que les toca vivir.
Además de los problemas mencionados, en San Luis tenemos otros, derivados del carácter postmodernista y conservador del gobierno local. La clara tendencia hacia la mercantilización de los servicios educativos, la permanente confrontación con los docentes, que no les resultan dóciles políticamente, la falta de prioridades educativas consensuadas, que permiten la aparición de proyectos nefastos como los de las «Escuelas digitales» entre otros, hacen que sea acá más dura la «Tragedia educativa Argentina»
>¿Qué educación se necesita en la segunda década del SXXI?
>Una vez localizada la Educación en el centro del campo de batalla, y no en un idílico lugar donde «triunfan los mejores, los que más se esfuerzan», con un sistema de muy baja calidad y equidad, reproduciendo y legitimando diferencias sociales surge una pregunta ¿Cómo mejorarla?
No es esta la única pregunta que aparece ¿De qué equidad hablamos? Significa que todos tenemos derecho a acceder a los mismos servicios educativos ¡En la misma cantidad de tiempo! ¿Realmente interesa eso? ¿Importa el rendimiento escolar? ¿Es considerada la cantidad de días de clase que anualmente se imparten?
La realidad es compleja, y las respuestas a la preguntas también. Este incendio debe ser apagado desde varios frentes. Tal vez el que surge en primera instancia es el relacionado con las Políticas Educativas ¿Cómo debe actuar el nivel central de conducción ante esta situación?
En las Cumbres Iberoamericanas de Ministros de Educación, y en una vasta bibliografía, se coloca en primer término a la necesidad de aplicar políticas que tiendan a «Involucrar a la sociedad toda en la problemática educativa», eso queda claro, pero ¿Cómo efectivizar esas intenciones?
Para lograr una mayor ingerencia social hay diversos caminos, y se necesita un claro liderazgo en Educación, para modificar la realidad en que vivimos. Hay que firmar acuerdos con todos los sectores de la comunidad, en el sector oficial, todos los ministerios deben ser de Educación. Debemos ayudar a convertir a las escuelas en factores que ayuden a mejorar nuestro sistema democrático y lograr formas de convivencia social más justas.
Se deben firmar convenios con los diversos nucleamientos religiosos, para estimular cambios sobre el involucramiento familiar en las escuelas, con los medios de comunicación, para que prioricen la educación en sus agendas, con las diversas asociaciones profesionales, civiles, empresariales y de comercio, para que se sumen a esta cruzada, revalorizando el rol social que cumplen las escuelas. Dentro de esta serie de convenios de cooperación, se debe dar especial importancia a aquellos a realizar con las Universidades, por sus recursos humanos y conocimientos técnicos que estas disponen. La Educación de todos debe desplazar de la agenda social, a los introducidos por los medios de comunicación, en especial la televisión.
Si bien, no es el fin de este artículo describir las características de la escuela que necesitamos hoy, resaltaré que se trata de revalorizar las instituciones escolares como agente de todas las alfabetizaciones que son imprescindibles para la segunda década del S XXI. Por otra parte, cada escuela está inserta en una realidad distinta, por lo que se debe dotar a cada una de ellas de lo necesario para que puedan cumplir con las metas de equidad y calidad.
Siempre con la finalidad de mejorar, es vital recrear una nueva «cultura de la evaluación» que instale la transparencia y el hábito de la rendición de cuentas.
La educación y la evolución hacia formas de convivencia social más humanas, tiene enemigos visibles, por ello es necesario oponerse en todos los estamentos del sistema educativo a los valores que representa la televisión, fomentando a la vez los hábitos de lectura.
Con una rápida mirada a las escuelas, apreciamos el clima que impera, es urgente tomar medidas activas para neutralizar el «malestar docente», actuando de diversas maneras, desde la prevención, el reconocimiento del mal, la información como terapia, hasta la adopción de medidas sobre las causas que lo originan.
Este «malestar docente», tiene diversos orígenes, uno de ellos vinculado con el desprestigio social de la tarea. La experiencia internacional muestra que en las sociedades con los mejores sistemas educativos, las nuevas generaciones tienen más interés por acceder a las carreras docentes. No se deben ahorrar recursos para dignificar la docencia, y que no sea solo parte de una retórica.
También se puede apreciar allí un «huevo de serpiente», la sociedad engendra un fenómeno, una sobreadaptación, que puede traer graves consecuencias: la violencia. Para prevenirla se necesita mucha reflexión y cambios en los sistemas y códigos de convivencia, en una renovada alianza entre la escuela y la sociedad.
Por otra parte ¿Por qué las escuelas deben ser únicamente para los menores? Los nuevos paradigmas de la educación permanente nos indican que se debería dar oportunidades a todos los sectores.
Todas estas reformas no tendrían sentido, si no somos capaces de actuar y estimular la creación de una escuela crítica, que acompañe la necesaria transformación social hacia una convivencia más justa por un mundo mejor.
>A modo de diagnóstico
>El comienzo del siglo XXI nos encuentra con una Educación en medio de una tormenta. Esta situación se ve en toda Iberoamérica, pero se acentúa en Argentina, particularmente en la Provincia de San Luis.
¡Se acabó el socialismo real! ¿Murieron las utopías? ¿Tiene sentido luchar por un mundo mejor? ¿Para qué educarnos? ¿Para qué educar? Los mensajes que vienen desde los valores asumidos por toda la sociedad parecen invitarnos a la búsqueda de una perpetua diversión, a consumir como un mandato supremo, a la superficialidad como estilo de vida y a una estupidez militante.
¿Para que esforzarnos en aprender? La escuela no es más una garantía, no es un trampolín para subir en la escala social ¿Es reconocida socialmente una persona por ser sabia? ¿O por aparecer en la tele? Y además, ¿Quién aparece en la televisión?
La televisión cumple un rol esencial en este contexto, nos ha formateado, hemos sido preparado para su uso, convirtiéndonos en seres con dificultades para cualquier deducción, moviéndonos al impulso de las manipulaciones de lo sensible. Por eso me queda una pregunta, al ver el enorme grado de sofistificación a que ha llegado la artillería publicitaria ¿Qué valores asume una sociedad que ha naturalizado que se gaste tanto por cada segundo de publicidad comercial, mientras que para la televisión educativa solo haya modestos recursos? ¿Son más importantes los intereses comerciales que el bien común?
Ciertamente el contexto social en el que se desenvuelven las escuelas no es favorable, tenemos viento en contra, y la ola conservadora opera como lastre, para que se cambie lo superficial, para que todo quede igual.
En Argentina se observa una dramática caída del rendimiento escolar. Las evaluaciones internacionales que lo miden, y que tienden a mostrar estabilidad en un «ranking de países», muestra la decadencia del sistema educativo argentino, y San Luis es parte de ese proceso.
Las escuelas de la provincia se muestran como barcos aislados sin rumbo claro, y no forman parte de una flota. El nivel central de conducción actúa como un bombero apagando incendios, siempre detrás de los acontecimientos, no conoce cuales son las prioridades educativas, ya que estas parecen surgir de fantasías postmodernas de la familia gobernante, y no de un trasparente consenso.
Por otra parte, muchos docentes se han quedado sin fuerzas, con la ilusión perdida. El «síndrome del docente quemado» ha hecho estragos y se quieren jubilar en plena etapa productiva. Todo esto sucede a la vista de las autoridades políticas, y la indiferencia es la respuesta.
Socialmente, en numerosas oportunidades «ir a la escuela» no es más que eso, y la exigencia, en el mejor de los casos, es la acreditación. Se pregunta a los hijos «¿Cuánto te sacaste?» y no «¿Qué aprendiste?» y cada vez más, las carreras de formación docente, resultan menos atractivas. Son pocos los que se deciden afrontarlas.
Y siguiendo con los aprendizajes ¿Cuánto han contribuido las escuelas para formar ciudadanos plenos? El ejercicio de una ciudadanía sana implica la búsqueda de trasparencia, rechazando la corrupción. Supone también la valorización de principios tales como la independencia de los poderes del Estado, la periodicidad de funciones, la publicidad de los actos de gobierno etc.
La falta de aprendizaje perjudica en especial a los alumnos que provienen de familias con menor capital cultural, sin los hábitos que permiten la adquisición de nuevas competencias, y todo lleva a una enorme inequidad.
No existe intención de dotar a las escuelas más necesitadas, de elementos, como una doble jornada. Se ha naturalizado la inequidad, y existen «escuelas pobres para pobres». De esta manera se reproducen y legitiman las diferencias sociales manteniendo el sistema opresivo. Para muchos, la escuela es el lugar donde mandar a los jóvenes, para que «no anden por ahí, drogándose y robando».
Vivimos en un mundo que cambia, y es imprescindible una completa alfabetización para lograr una ciudadanía plena. Alfabetización en sentido freireano, que me permita entender los mensajes escrito y lograr hacerme entender, también la audiovisual, para darme cuenta de las manipulaciones mediáticas, la alfabetización científica, para saber hacer preguntas, la política, para comprender y participar, la digital, para reconocer la información adecuada, y ¿Qué aporta la escuela para todo esto?
Con respecto a los docentes, socialmente y desde las áreas gubernamentales, se pide «profesionalización», entendiendo que esto significa que los saberes docentes deben estar fundados en la ciencia, no en un mero empirismo, pero desde amplios sectores sociales se desprecia la tarea. Lo observamos en la poca demanda que tienen las carreras de formación docente. Además desde el gobierno se agrede a la profesionalización, no solo porque los bajos salarios invitan a no ingresar a la docencia, sino también impide que sean los docentes quienes establezcan los que están en condiciones de acceder a la docencia.
Una característica de las profesiones, es la capacidad de decidir quienes ingresan a ella. De esa manera, son los médicos quienes otorgan la matrícula, avalando a los profesionales, otro tanto sucede con abogados, ingenieros etc. Con los docentes esto no sucede, en San Luis, durante mucho tiempo las Juntas de Clasificación estuvieron intervenidas, y cuando esto no sucedió, el Ejecutivo Provincial se encargaba de establecer capacitaciones con puntajes excesivos estableciendo de esta manera una falsa meritocracia, muy alejada de lo que se considera «formación permanente»
Ante todo esto, el gobierno de la provincia mantiene una actitud confrontativa con los docentes, baja el presupuesto salarial, inventa alucinados instrumentos, que con el nombre de «Escuelas digitales» supuestamente lograrán lo que ahora no se logra, e intenta conservar un modelo que le ayudó a mantenerse en el poder desde hace casi treinta años.
No es intención de este artículo responder a la pregunta ¿Qué hacer?, que lo haré en los próximos, solamente digo que es necesario una firme actitud gubernamental en pro de la equidad y calidad educativa, con escuelas que tengan profunda vocación alfabetizadora, pero no es suficiente, para ello la sociedad toda debe asumir una nueva «Cultura de la Educación». Dejo entonces una pregunta, la Educación ¿Necesita una nueva capa de pintura o un cambio estructural?